lunes, 23 de junio de 2008

BAJEN LAS BANDERAS, LOCO!

En el año 2006 tuve el privilegio como cordobés de recibir a Fidel Castro. Con los chicos con los que habíamos compartido la conducción del centro de estudiantes de la facu ese año, estuvimos presentes en el acto organizado en ciudad universitaria en el que, además de Fidel, hablaron Hebe de Bonafini y Chávez, presidente de Venezuela. En ese acto sucedió algo que me quedó grabado. Obviamente, las agrupaciones peronistas estuvieron desde muy temprano y ocuparon la parte de adelante del acto, bien cerca del escenario montado. (Sí, cualquiera puede preguntarse qué hacían los peronistas ahí, pero esa es otra discusión). Banderas y más banderas con los rostros de Evita, Perón y el Che (sí, todas esas imágenes juntas!!) flameaban entre las agrupaciones peronistas que estaban al frente... siempre, esos rostros aparecían impresos en telas celeste y blancas. El problema surgió cuando comenzaron los discursos y los que estábamos atrás no podíamos ver a los que hablaban a causa "los trapos" de los que estaban adelante.Ahí comenzó el grito unánime: -¡Bajen las banderas, loco! ¡Los que estamos atrás no vemos!-¡Lo queremos ver a Fidel, che!Pero no hubo caso... En algún momento me parece que Chávez se hizo eco de los reclamos, pero no podía decir algo que sea "antipopular" entonces, no insistió. En los últimos meses, he visto aparecer a mucha gente, con cualquier identificación n política, recuperando muchos de los símbolos patrios con los que, debo confesar, tengo serios conflictos. Esto es: bandera nacional, himno nacional, escarapela.. . En todos lados, en medio de cacerolas o de actos oficiales o kirchneristas, se cantaba el himno nacional y se flameaban las banderas argentinas - Si estás con el campo, este 25 de mayo, ponete una escarapela- dijeron los ruralistas.-Acá, venimos a defender la democracia. Esto es por el pueblo- decían desde Plaza de Mayo.Y yo cada vez me sentía más desorientado. La historia nos demuestra que siempre que se buscó algo para pocos, se aludió a la patria, se cantó el himno y se envolvieron en banderas argentinas. Lo hicieron durante la campaña del desierto que exterminó a los nativos de estas tierras en el siglo XIX; lo hicieron durante el gobierno peronista; lo hicieron durante la última dictadura, para combatir al "enemigo extranjero" que era el comunismo.Todos se arrogan el derecho de "defender al pueblo", creyendo que, por el simple hecho de agitar su banderita nos representan. Y no quiero caer en rechazar reclamos que pueden ser legítimos, no es lo que pongo en cuestión. Lo que digo tiene que ver con aquello de recurrir al "ser nacional" para imponer una voluntad de pocos sobre todos. De levantar las banderas del argentinismo cuando tocan ciertos intereses y replegarlas cuando le toca al otro, aunque sea mi vecino, mi hermano.Y todo esto me genera más confusión. ¿Me apropio de la bandera para no dejársela a los fachos, para que ellos no decidan por el país? ¿O la rechazo por aquellos que ya la han usado para someter, exterminar, torturar y demás? Por lo pronto, pido, reclamo, como en el 2006 en aquel acto: -¡Bajen las banderas, loco! Los que estamos acá, de este lado, no podemos ver, no podemos entender lo que está pasando, quiénes son los que hablan, ni qué dicen, ni desde dónde lo dicen. ¡Bajen las banderas! Que desde acá, no sabemos de millones de dólares, ni de toneladas de soja... solo sabemos de lucha cotidiana, de aumento de cospel, de colectivos llenos hasta desbordar, de alimentos cada vez más caros, de impotencia y desempleo...Bajen las banderas, porque no entiendo una m... de lo que está pasando; porque todo esto me entristece y me llena de rabia y de impotencia.. . Bajen las banderas porque quiero vivir en un mundo libre, sin gente que me diga si puedo o no ir o venir; salir o entrar (y en esto me refiero también a las casillas de peaje que me cobran para dejarme pasar!!); porque lo necesito para creer; para crecer; para no perder las pocas esperanzas que me quedan... Eduardo Zar