martes, 21 de septiembre de 2010

Oración matinal (Autor: Pablo Alaguibe, de Mar del Plata)

Dios,

enseñame a vivir este día

como es digno del Dios del limonero,

del Dios del mar salado, del brillo de los peces;

del Dios del cuerpo, el útero, el canal de parto.

Como es digno del Dios del jabalí,

de la tarántula, del rayo,

de la mosca que nace y muere el mismo día;

del Dios de los mosquitos y el calor y el frío,

del ciruelo blanco y verde florecido.

Enseñame a vivir como lo espera

el Dios de la piedra fundida en los volcanes,

el Dios de las miradas y los besos,

el Dios del llanto a gritos y el silencio.

Ayudame a ser de nuevo la sonrisa,

o el susto al menos o la carcajada,

del Dios del silbo delicado y apacible;

del Dios que crea mundos con palabras.