lunes, 8 de marzo de 2010

Con mucho amor y respeto les comparto una oración, un padrenuestro. Por Chile, su gente y sus vidas.


Padre nuestro,

más nuestro que nunca.

Permítenos hoy consolidar el descanso reparador.

Ese que nos fue interrumpido.

Sabemos que estás en los cielos,

Recibe entonces el alma de nuestros hermanos y hermanas

y dales un descanso eterno.

Pero no te olvides de recibir en tu cielo el fruto de tanto esfuerzo,

tanto tiempo; nuestros sueños.

No dejes que se derrumben como nuestras casa,

Tómalos en tus manos, aquí hace frío

y solo allí encontrarán calor.

Santo es tu nombre.

Si tu Reino es vida, tráenos tu reino.

Si tu Reino es justicia,

muéstrales a los hombres,

en medio de los escombros,

el valor de la vida humana.

Solo así podrán ser estrechadas las manos en solidaridad

y nada más podrá fraccionar nuestro pueblo.

El capital que nos separaba será vencido por la hermandad que nos unirá.

No habrá muerte que pueda derribar la vida que por tu vida tendremos.

Venga a nosotros entonces tu Reino.

Que cese el mover de las placas tectónicas

y empiece el mover de tu Espíritu Santo.

Danos fuerzas para reconstruir nuestras familias, nuestros hogares.

Danos fuerzas para volver a empezar.

El pan se hace poco, el agua escasea.

Solo tú con tu amor puedes llamar a los corazones del que tiene pan y agua,

y mostrar que tu cuerpo no fue compartido en vano.

Que hay gente que supo encarnar tu mensaje y ha decidido tomar su cruz,

Que más que forma de cruz,

tiene forma de bolsa con comida y botella de agua.

Pero Señor también perdónanos.

Porque ante el miedo y la desesperación

no estamos seguros qué hacer.

Por eso te pedimos que no nos dejes caer en la tentación

de quitarle al otro lo poco que le queda.

Líbranos de este dolor, guárdanos esperanzados

tráenos tu paz.

En tus manos están nuestras vidas.

Amén.



A mis familiares y amigos

A todo mi querido pueblo de Chile




Rorro