viernes, 31 de julio de 2009

“El milagro de los peces y los panes en un pueblo joven de Kenia”

La historia de cristianos movilizándose para hacer realidad el objetivo 1 del milenio.

Era mi primera vez en África y estaba expectante. Desde el avión, se veía Nairobi grande y con modernos edificios. “Qué moderno”, pensé. No parece tan pobre como dicen”, me dije. Mirando hacia abajo, podía construir una línea imaginaria que separaba a la gran ciudad con extensos valles donde la vida silvestre vivía un mundo diferente en su propia jungla. Se trataba del Parque Nacional de Nairobi, lugar casi obligatorio para los turistas que piensan que África no es más que un “safari”. Más tarde me daría cuenta que había una “jungla de cemento”, en la cual vivían miles de niños, mujeres y hombres hacinados, sin agua, luz ni servicios sanitarios. Conocidas como “villas miseria” en Argentina, “fabelas” en Brasil o “pueblos jóvenes” en Perú, este “aglomerado de gente” donde viven más de un millón y medio de personas en pocos kilómetros cuadrados, se ha convertido para los turistas que llegan a Kenia en una fascinante atracción a la cual la han denominado el “turismo de la pobreza”. Una vez me dijo mi padre “todos pueden ver un mismo paisaje, la diferencia es que no todos lo ven con los mismos ojos”. Gracias a Dios que todavía hay personas que ven desde la solidaridad y el amor.

A una hora del centro de Nairobi, está “Kayole Mwiki”, otro pueblo joven donde más de 200.000 personas viven hacinadas, sin agua, luz y servicios sanitarios. En casas de 4 metros cuadrados construidas con cartón y planchas de chapa habitan familias enteras. A esta vida masificada y sin aparente futuro, se añaden problemas como la falta de empleo, no acceso a la educación, drogadicción, prostitución infantil, explotación sexual, venta ilegal de alcohol, violación, tráfico de niños, VIH sida, violencia contra la mujer y delincuencia.

En este lugar de extrema pobreza, donde parece que no existe la esperanza ni la misericordia, 35 iglesias kenianas pobres y que forman parte de este pueblo joven han decidido compartir - tal la narración bíblica - sus “peces y sus panes” con familias pobres de la comunidad, las cuales no necesariamente son cristianas ni van a sus iglesias, habiéndose comprometido a alimentarlos durante un año para que ninguno de ellos pasen hambre, poniendo en práctica de esta manera el objetivo 1 del compromiso para el desarrollo del milenio: “erradicar la pobreza extrema y el hambre”.

Sin financiamiento externo pero utilizando creativamente sus propios recursos, comenzaron a identificar a familias dentro de la comunidad que ni siquiera tenían para una comida diaria. Actualmente, alimentan cada día a 200 familias, además de capacitarlas en la generación de recursos propios, demostrando que existe la solidaridad entre los pobres. Estas 35 iglesias, entre las cuáles están Deliverance Church of Kenya, Redeemed Gospel Church y otras iglesias evangélicas, trabajan en conjunto con Desafío Miqueas, movilizando a cristianos en la lucha contra la pobreza. Para la cultura africana, el círculo expresa el vínculo entre las personas y es parte de su identidad. Lo que hicieron estas 35 iglesias fue hacer más grande su círculo con gente que reconocían más vulnerables a su propia situación, habiendo utilizado sus propios recursos.

Desafío Miqueas ha comenzado a crear conciencia en “Kayole Mwiki”, sobre la necesidad de los otros objetivos del milenio y cómo acercarse a los representantes del Parlamento para gestionar fondos para su comunidad. Sophie Nyokabi, Coordinadora Nacional de Desafío Miqueas en Kenia, asegura que las iglesias y comunidades no saben la existencia de los fondos que son administrados por los Parlamentarios, por lo que buscan que los líderes eclesiales se movilicen a incidir políticamente para que estos fondos suplan las necesidades de la comunidad.

A veces nuestros oídos y ojos están tan acostumbrados a ver y escuchar sobre la pobreza, que la pasamos por alto y ya no nos conmovemos ante una realidad tan terrible, masificada y sin aparente destino de cambio, pero el Dios de las nuevas oportunidades, siempre nos demuestra que hay gente tratando de mostrar al Dios de toda la vida y no solamente de una parte de la vida. Que nuestra acción directa en contra de la pobreza no permita que para muchos habitantes de los pueblos jóvenes de Kenia, la idea de morir sea una “bendición”.

Loida Carriel

Desafío Miqueas – América Latina

miércoles, 29 de julio de 2009

¿A qué lleva el conocimiento de Dios?

¿Acaso eres rey sólo por acaparar mucho cedro?
Tu padre no sólo comía y bebía,
sino que practicaba el derecho y la justicia,
y por eso le fue bien.
Defendía la causa del pobre y del necesitado,
y por eso le fue bien.
¿Acaso no es eso conocerme?
Jer. 22 : 15 - 16

"El conocimiento de Dios, condición sine qua non para desarrollar una espiritualidad sana, estaba intimamente relacionado con la práctica de la Justicia.
Para Jeremías la misión requería la proclamación de un mensaje que incluyera una preocupación por "conocer a Dios", pero este conocimiento debía manifestarse en los hechos mediante la búsqueda y la práctica de la justicia. Se trata de dimensiones que no se pueden divorciar."
Esteban Voth
Misión Integral y pobreza

lunes, 13 de julio de 2009

Nuestro recuerdo a Martha Magallanes

¿Muerta?
Oh, no. He nacido más allá de las sombras,
a la luz clara, plena,
libre para siempre de nieblas, tormentas y penumbras,
a un mundo lleno de calma y brillo.
¿Durmiendo?
Oh, no. Llamada a un dulce despertar
de un día celeste sin nube alguna.
¿Inmóvil?
Oh, no. Transitando desde la ruda tierra
el camino sin fin de la Vida Plena.
¿Silenciosa?
Oh, no. Sólo dejando atrás a los que aquí me oyen
para ir a cantar el dulce canto del cielo.
¿Solitaria?
Oh, no. Amada y amando hasta lo sumo
en la Comunidad del Amor Eterno.
¿Olvidada?
Oh, no. Manteniendo las dulces remembranzas
de mis seres amados que he dejado por un tiempo,
y, desde ya feliz, anticipando el dichoso reencuentro
de esas manos que se estrechan y esos labios que sonríen.
¿Muerta?
Oh, no. Muerta, no. Más allá de todo temor de muerte
y alejada ya por siempre de dolor alguno.
No digan que he muerto.
Es Jesús que me ha llamado a estar MÁS VIVA QUE NUNCA.


Escrito por E.N.Mitson
Adaptado por G.Font


Porque soñamos juntas, apostamos a que se puede cambiar.
Permitió que chicos de distintos lugares de América Latina participaran de FJ.
Gracias!!!!!!
Amiga te vamos a extrañar!
Felipe estamos a tu lado!