lunes, 8 de septiembre de 2008

Una bendición Franciscana

Que Dios te bendiga con una incomodidad

por las respuestas fáciles, las medias verdades, y las relaciones

personales superficiales

para que puedas vivir hondo en tu corazón.

Que Dios te bendiga con el enojo

contra la injusticia, la opresión y la explotación de la gente,

para que puedas trabajar por la justicia, la libertad y la paz.

Que Dios te bendiga con lágrimas

para derramar por los que sufren dolor, rechazo, hambre y guerra,

de modo que puedas extender tu mano para consolarlos y

convertir su dolor en alegría.

Y que Dios te bendiga con suficiente necedad

para creer que puedes determinar una diferencia en el mundo,

para que puedas hacer lo que otros aducen que no se puede hacer

para traer justicia y bondad a todos nuestros hijos y a los pobres.

Amén.